OMAR BAKR
“BAILAR ES TENER UNA COMUNICACIÓN”
EL ARTISTA
ARTLAS: ¿Cuál fue tu inspiración para empezar a bailar salsa?
Omar: Fue una demanda de mi madre. Porque yo tenía 11 años y para mi madre bailar hacia parte de mi educación, “tienes que aprender baile de salón”. No era deportivo, era baile de salón social, fue en Holanda. Me metió en una academia de baile y no me gustó, porque era mucha gente vieja y no me gustó. Y después yo tenía 11 años y no quería estar con tanta gente viejo. Y al final, hizo una temporada ahí y lo dejé.
Y después cambié de escuela y conocí dos chicas y un chico que estaban yendo a clases también y cambie de escuela de baile. Y allí, seguro, era todo gente de faja menores de 20 años y me lo pasé muy bien. E iba dos días de la semana, en dos años ya estaba bailando cuatro o cinco días a la semana. Y después me fui para España y ahí unos cuatro años, una chica de mi trabajo dijo “voy a un club de salsa, creo que te va a gustar”. Y ahí sí, era un chico cubano que estaba bailando salsa y bailaba impresionante. Pues ahí ya me convirtió del baile de salón para la salsa y después la bachata, Kizomba y todo eso.
BAILAR ES COMUNICARSE
ARTLAS: ¿Cuál es la importancia de bailar?
Omar: Para nosotros es la posición. Entonces, nosotros damos clase de salsa, kizomba y bachata. Y hacemos fiestas y festivales. Pero, personalmente para mí el baile también es algo de lo cual me desconecto. Ahí la música, llama una chica a bailar y te lo pasas bien. Bailar es como tener una comunicación, como estamos hablando. A veces la comunicación no va, a veces bailo con alguien y no hay comunicación y sólo es un baile. A veces la comunicación va súper bien y sigues bailando mucho. Es algo que te desconecta del trabajo y es una actividad social también. A la vez cuando bailas es una forma de hacer entrenamiento físico, digamos.
ARTLAS: El baile requiere mucho de la expresión del cuerpo, de conectarse con y entender su cuerpo, ¿no?
OMAR: Cada cosa, cada deporte es entender el cuerpo. Porque tienes que analizar el movimiento. Que sea el baloncesto, el fútbol, tienes que controlar tu cuerpo de maneras que normalmente no lo haces. Entonces, para bailar tienes que entender tu cuerpo.
Que sea la expresión, depende de la forma del baile. Si estás en el teatro, el escenario es más expresión visual. Cuándo estás bailando social no hace falta el estilo y nada de eso se puede hacer para el final. Estás haciendo una conversación con una persona. Si yo estoy, por ejemplo, contigo hoy, estamos hablando, y digo: “Oye tengo un porche y tengo una casa súper grande y no sé qué”, para ti va haber terminado la conversación, porque el hombre quiere hacerse lo más grande.
Para mí el baile social es lo mismo, aunque está bailando con estilo y tienes la expresión facial, no es conexión, no es hacer la conversación. Entonces, hay que conocer el cuerpo y hay que entender como si mueve el cuerpo del otro para poder conectar con la otra persona que estás bailando, y poder entender la música y expresar con ellos.
BAILES LATINOS EN FINLANDIA
ARTLAS: ¿Los finlandeses aceptan estos bailes más latinos aquí?
Omar: Ahora más que antes. Cuando yo llegué había un poco de movimiento de salsa, pero no habían fiestas. Cuando yo llegué había solo una fiesta al mes. Yo, viniendo de un sitio donde se bailaba social todas las semanas, para mí era: ¿Qué pasa aquí? ¡Me muero! A mí que me gustas bailar tanto.
Entonces empezamos a hacer las clases y, bueno, había escuelas ya, pero no del mismo estilo y no del mismo concepto. Empezamos fiestas semanales y ahora sí que está mucho más activo. Hay dos fiestas, más escuelas y salones, ¡y la salsa más!
La kizomba, por ejemplo, que está muy de moda en España, Francia, Holanda y Portugal, aquí es más complicado. Porque la gente de aquí es más distantes. Cuando llegué aquí, en principio cuando llegas y da un abrazo o dos besos cuando conoces a alguien la gente: “Oye, ¿qué pasa? ¿Qué haces?”. Con la kizomba una vez que la gente lo cuela si, le encanta. Porque en el norte en un evento la gente nueva también abraza a la gente.
ARTLAS: Ayer nos dimos cuenta que había mucha gente que ni se tocaba. En España, por ejemplo, percibimos que la salsa es muy diferente…
Omar: Es completamente diferente. Y, encima, como pueblo somos muy de abrazos y tal, muy conectados con la gente. Nosotros cambiamos de piso “bienvenido a casa”… Es muy distinto aquí, es muy frío.
ARTLAS: ¿Cómo trabajar la unión? Porque, por ejemplo, tenemos este prejuicio de que la gente nórdica son personas más frías y la salsa es muchísimo más caliente. ¿Cómo trabajar con eso?
Omar: Es difícil, es muy difícil. Ahora sí, hay gente que está aprendiendo más, y como visteis ayer el nivel está mejorando mucho. Para mí el nivel está mejorando mucho porque la gente está saliendo y bailando mucho más ahora. La gente latina o del sur, Grecia, Portugal, España… Bueno, allí te crece más con la música, en todas las parte hay música, música, música.
Estuvimos en Cuba, tú vas a la calle y ves todo mundo bailando. Tú ves aquí y todo mundo rígido. Entonces la gente tiene esta falta de música o del movimiento. Primero aquí hay que hacer con que la gente empiece a escuchar la música, entender y sentir la música. Y, después, a ver si van a mover el cuerpo. Entonces eso es todo más complicado. Pero si, poco a poco. Con tiempo y paciencia la gente puede aprender.
EL ARTE DE HELSINKI
ARTLAS: Dicen que el arte es el reflejo de la sociedad. ¿Qué tú crees que el arte de Helsinki transmite como un todo?
Omar: El arte como en muchas ciudades grandes es importante. Y aquí el arte en general: hay muchos museos. Los nórdicos en general tienen la arquitectura que ya es muy conocida. Los diseños, Aalto y muchas cosas que influyen en todo. Cuando llega al baile, en general, porque lo que yo conozco del baile está muy en infancia. Hay un tipo de baile social que es popular aquí, que es local. Es también un baile de salón, como hay unos 20 bailes de salón. Y ahí si vas en uno de esos bailes sí que hay mucha gente.
La primera vez que yo fui en una de esas fiestas, la gente siempre viaja mucho para ir en estas fiestas que están en el medio del nada. Y la primera vez que ve su coche 3h en el medio del nada y, de repente llegas en un lago con una sala grande, con mucha cosa, con coches y autobuses, ya ve como unas 800 personas ahí. ¿De dónde viene esa gente? Entonces claro, este tipo de baile está muy de moda. Ahora estuvimos también en un sitio donde se pasan 10 días, y son clases y todo eso donde también hay cientos de personas. Hay mucha gente ahí, es lo que más hay.
En otras partes de Europa tiene los bailes latinos, aquí no está tanto el baile latino, está más el mundo ese de que es el baile local. Cuando vamos a lo que es el baile profesional, con el ballet y todo, no hay mucho apoyo como en muchos países. Pero bueno, al final que es el baile está más apartado de que es el arte, museos y la pintura. Está normalmente más ofuscado, porque eso no pega, baile es algo que gente y es más sociable. Y hay mucha influencia de muchas culturas, porque claro, si haces una pintura es algo más personal. La música, que es algo que genera el baile, utiliza la música de otro modo, que se puede trabajar de muchas maneras.
ARTLAS: Cuando dice que el baile no tiene mucho apoyo ¿a qué te refieres?
Omar: Del estado.
ARTLAS: ¿Pero todos los tipos de baile?
Omar: Si. Claro, hay un poco más para lo que es el baile más de escenario, producciones más grandes, y si gana un poco de apoyo. Pero lo que es el baile social y todo eso, no tiene grande importancia. Que es algo importante, que afecta más gente. Es algo mucho más compacto. Es más enfocado en la ciencia que en el arte y la cultura.
BAILE FINLANDÉS
ARTLAS: ¿Cuál es el baile que las personas más bailan aquí?
Omar: Es el Lavatansi, después hay mucha gente que va con el swing, el latino. Pero claro, comparado con el Lavatansi son muy menores. No es como cualquier… Si te vas a Holanda hay muchos sitios de fiestas de salsa o quizás todos los días, con mucha gente. Tú vas a Paris, hay 3, 4 fiestas todos los días que están llenas. Claro, en comparación hay ciudades en que la cantidad de gente que vive es mayor, hay más gente bailando. Y aquí hay menos gente bailando. Y va de la cultura, porque el baile no está en esta cultura tanto como en otros países.
ARTLAS: ¿El Lavatansi es en pareja? ¿Se baila más cercano?
Omar: El Lavatansi se baila en pareja, pero no tan pegado como la bachata. Por ejemplo, en Estados Unidos no se habla de sexo, es un tabú hablar sobre. Pero tienen el estudio pornográfico más grande del mundo. Aquí la gente se tocar, no. Pero una reunión profesional para cerrar un contracto, desnudos en la sauna sí. Son cosas que para mí no cuadran. No es lógico, pero son así y los aceptas.
PROYECTOS
ARTLAS: ¿Tú tienes una escuela de baile?
Omar: Trabajo con mi pareja y tenemos una iniciación para los eventos que se llama I Dance Helsinki. Montamos hace 6 años aquí en la ciudad. Empezamos a dar clases, organizamos fiestas semanales y dos festivales al año (uno de kizomba y otro que era más mezclado). Y después traemos muchos artistas de fuera. Los más grandes de kizomba, de salsa y de bachata para motivar la gente de aquí. Para que la gente tenga acceso a ese tipo de profesores aquí.
La gente tiene la ilusión de ir a la clase de un profe de fuera… Hacemos eso para motivar a la gente y, claro, de cada profesor se aprende. Y motivar a la gente para aprender más. Y ahora al final la bachata se está haciendo muy de moda aquí, empezó en España hace 10 años, pero aquí poco a poco.
ARTLAS: ¿Y cuántos alumnos tenéis?
Omar: Bueno, nosotros damos cursos progresivos. Nosotros estamos en pocos, tenemos un límite de 12 personas por grupo. No estamos haciendo algo para tener grupos grandes, porque la forma que nosotros damos la clases es más técnica. Porque aquí hay todo este tema de que la gente no baila tanto.
Tú vas a clases en España y aprendes figuras, figuras, figuras y la gente va a la fiesta, lo prueba, lo practica y se notan lo que funciona y lo que no funciona. Aquí como la gente no baila tanto social, es más enseñanza en lo que es la información, en dejarse llevar, la musicalidad, como mover el cuerpo.
Cuando llegué aquí, la primera escuela que fui a ver, había clases de salsa… Bueno, había pareja de salsa el 30% y el otro 70% es salsa solo. Salsa es un baile de pareja. Todavía hay mucho más mujeres aquí que veían más como una forma de ejercicio, como el Zumba. La gente vino a clases de salsa para hacer ejercicios.
ARTLAS: ¿Qué crees que las personas de aquí buscan cuando empiezan a hacer clases?
Omar: El primer grupo de principiantes teníamos 25 personas. Y de las 25 personas, teníamos dos que sabían que era la salsa, los demás habían apuntado porque alguien les había recomendado. Nunca habían escuchado música de salsa, nunca habían ido en una fiesta de salsa. Y son personas que se apuntan para el curso completo, que pagan 300 euros para 3 meses, no sabiendo nada y ¿para que se apunta? Las personas son así “vamos aprender salsa”, se apuntan y hacen el curso.
La razón por la cual lo hacen es la misma que en todos los otros países. Alguna gente les gusta, mucha gente porque la pareja quiere apuntarse, o se acaba la relación y quiere hacer otra cosa para conocer gente. Son las cosas principales, generales que las personas lo hacen.